“Mucho faze el dinero, mucho es de amar: al torpe faze bueno e ome de prestar, faze correr al coxo e al mudo fablar, el que non tiene manos, dyneros quiere tomar”. Os invito a releer entero el texto de Arcipreste de Hita. O el poema satírico de Quevedo, "Poderoso Caballero es don Dinero". ¡Parece que la cosa viene de lejos!.
Se trata de un tema
complejo que nos afecta a todos. Porque vive con nosotros la idea preconcebida, o la que
cada uno se ha forjado, necesidad, tabúes, apariencias,
rencores, avaricia y muchos asuntos personales y sociales.
En nuestro país cuesta hablar
de dinero, si no es para quejarnos. La Crometofobia o Crematofobia es el miedo al dinero y valores de capital.
Hoy se sabe que el dinero materializa cierto tipo de energía, que se manifiesta a través de él. Cada persona se relaciona con el dinero de un modo particular. Comprenderlo, nos puede facilitar el camino hacia la prosperidad.
"El dinero es la raíz de todos los
males".
Todos hemos oído esto alguna vez.
Desgraciadamente, ésta es una de las frases erróneas más difundidas de todos
los tiempos. La frase original viene del Nuevo Testamento y la cita correcta es
"el AMOR al dinero es la raíz de
todos los males". El amor al dinero es una obsesión, y por eso la cita
real advierte sobre la posibilidad de corrupción que deriva del amor, o la
obsesión, por el dinero (o la preocupación malsana).
Desde que nacimos hasta hoy, hemos recibido
información que por lo general ha sido negativa frente al dinero, esto ha
generado un Sistema de Creencias Inconsciente,
del cual nacen los pensamientos que tenemos frente al dinero o cualquier otra
cosa. Según la ciencia de los 60.000 pensamientos diarios que
tenemos, un 80% se producen solos, es decir que no te propones a
pensar algo determinado, y el 64% de los pensamientos que tenemos
diariamente son negativos. Estos pensamientos a su vez producen emociones
y estas a su vez producen más del mismo pensamiento, que a su vez produce más
de la misma emoción. La emoción es la que produce las sustancias químicas y en
la medida que más produces sustancias químicas más adicto te haces a ellas, tal
como nos hacemos adictos a las sustancias químicas externas como las drogas, el
cigarrillo o el alcohol.
Pero como vas a estar programado positivamente si desde pequeño escuchaste frases como:
• Es que las personas ricas son muy materialistas.
• Que los ricos son avaros y ambiciosos.
• Para llegar a ser rico hay que trabajar y luchar mucho.
• Para conseguir dinero hay que trabajar como un burro.
• El dinero no crece en los árboles.
• La riqueza no da felicidad.
• Para ser rico hay que ser malo.
• Es que la riqueza no es para todos.
• El dinero corrompe.
El hecho es que el dinero en sí mismo no es bueno
ni malo. Es neutral. No genera ningún
poder; debe ser convertido en poder. Y cada uno debemos decidir convertirlo en
poder o no, y entonces sí podrá ser usado para bien o mal, dependiendo de quién lo posea. El poder del dinero viene de su uso (o maluso) o del beneficio o la amenaza que significa para otros.
Lo peor de todo esto es
que después de aprendidas estas creencias e incorporadas en tu subconsciente,
las mantienes alimentadas con un diálogo interior y tus sentimientos
de escasez en diferentes momentos, así que lo único que ha hecho es
reforzar el Patrón Mental, y convertirlo en una creencia limitante, por
ejemplo:
- Cuando vas a pagar una cuenta y te sientes mal porque te vas a quedar sin dinero.
- Cuando vas al supermercado y reniegas por el precio de los alimentos.
- Cuando te sientes mal porque no tienes el dinero para comprar algo.
- Cuando echas gasolina y te quejas porque cuesta unos céntimos más cara.
- Cuando reniegas por las facturas que llegan.
- Cuando reniegas por la casa que tienes en lugar de agradecer.
- Cuando criticas el coche que tienes o reniegas porque no tienes.
RECELO ANTE EL TRIUNFO
Se nos ha inculcado que el
dinero es algo sucio, que la pobreza está más cercana a la virtud que la
riqueza. Desconfiamos de quien gana o gasta mucho, ¡algo injusto o inmoral
tiene que haber detrás!
Bill Gates en BBC |
Otra creencia bastante común que bloquea la riqueza financiera es el prejuicio contra la gente rica.
Por ejemplo, mi amigo Juan me dijo que pensaba que la gente rica era ‘superficial y malvada.’ Al parecer su madre le había enseñado este concepto, basado en sentimientos de envidia y un incidente traumático con un vecino cuando era apenas una niña. Así que, Juan adoptó esta creencia como suya, sin darse cuenta de que inconscientemente si hacía rico sentía que si era rico, sería percibido como esas personas, superficial y malvado, y tendría el riesgo de que su madre le desaprobara profundamente. Estos prejuicios respecto a la gente rica los hay de muchos tipos.
Por ejemplo, mi amigo Juan me dijo que pensaba que la gente rica era ‘superficial y malvada.’ Al parecer su madre le había enseñado este concepto, basado en sentimientos de envidia y un incidente traumático con un vecino cuando era apenas una niña. Así que, Juan adoptó esta creencia como suya, sin darse cuenta de que inconscientemente si hacía rico sentía que si era rico, sería percibido como esas personas, superficial y malvado, y tendría el riesgo de que su madre le desaprobara profundamente. Estos prejuicios respecto a la gente rica los hay de muchos tipos.
Si eres consciente de ello, observa tus pensamientos y tus acciones, y sé consciente de que ahora mismo, en este momento actual ya puedes elegir, en vez de dirigir tus pensamientos con programaciones del pasado.
¿Te has dado cuenta de que en nuestra sociedad el
triunfo se mira con recelo? Es difícil admitir y reconocer, que alguien gracias a su esfuerzo y su
voluntad haya generado riqueza, porque desconfiamos de todo! Este es un país con una larga historia social de picaresca...
Pero por otro lado, ¿quién
no desea tener más dinero? Solo tenemos que fijarnos en lo que gastamos los
españoles en lotería y otros juegos de azar. ¡En eso somos una referencia
mundial!
Deseamos asimismo dinero y
fortuna para nuestros hijos y aquellos a quienes queremos. De hecho les
deseamos prosperidad más que riqueza.
Y es que la prosperidad tiene que ver con una fuente más interna, con sentirse bien con la propia vida y llevar adelante los proyectos personales. No siempre guarda correlación con el saldo bancario: hay personas ricas en su cuenta corriente pero pobres de espíritu… y personas pobres en similar situación. ¡La pobreza no garantiza ser buena persona! Y a la inversa: hay ricos con espíritus grandes y generosos; y pobres con gran corazón que comparten lo poco que tienen.
Y es que la prosperidad tiene que ver con una fuente más interna, con sentirse bien con la propia vida y llevar adelante los proyectos personales. No siempre guarda correlación con el saldo bancario: hay personas ricas en su cuenta corriente pero pobres de espíritu… y personas pobres en similar situación. ¡La pobreza no garantiza ser buena persona! Y a la inversa: hay ricos con espíritus grandes y generosos; y pobres con gran corazón que comparten lo poco que tienen.
Conozco a muchas personas que
se sienten culpables cuando tienen el deseo de tener éxito financiero.
Cuando pregunté a Raúl la
razón por la que él decía que ya ‘tenía lo suficiente’, me dijo que su padre trabajó
duro para educarlo, era un magnífico abogado…y no necesitaba ser rico “¿Por qué voy a trabajar más si me puedo adaptar a lo que tengo?”
(1) La creencia de que su éxito va a costar un sobreesfuerzo, del que no se cree capaz, le da terror. Falta de autoestima.
(2) La creencia de que la abundancia no es necesaria, le convierte en una persona satisfecha con los mínimos.
(3) Mientras él piense que ya tiene ‘su
parte’ saboteará su progreso o rechazará oportunidades sin darse cuenta. Raúl
no se sentía merecedor del éxito financiero, y finalmente desperdició fantásticas oportunidades de mejorar en su trabajo. Se dio
cuenta que estaba trabajando fuerte para mantenerse donde estaba, logrando cubrir sus necesidades, muy parecido a sus amigos que luchaban con zonas
de confort en otras profesiones.
El dinero no hace la felicidad
Sin embargo, si eres una persona razonable, tienes
un sólido sistema de valores y un poco de control sobre tu persona, el dinero
no te hará ningún daño. Porque, contrariamente al dicho popular, el dinero y la
felicidad no se excluyen mutuamente. En realidad, el dinero puede darte mucha
seguridad, independencia y bienestar, para ti y tu familia y las personas a las
que quieres. El dinero no puede comprar la felicidad... ¡pero la felicidad no
puede comprar dinero!
¿Te sientes rico? Si no en tu cuenta bancaria, ¿sientes que al menos eres rico en amor, o compasión o de otra forma? Mi punto de vista es que no puedes hacerte rico si te sientes pobre. Así que necesitarás encontrar la forma de SENTIRTE rico en tu vida. Date cuenta de la abundancia en la naturaleza, o nota cuantos clientes sí tienes, o cuantos buenos amigos están en tu vida. No importa como lo hagas, debes cambiar la vibración que tienes y sentirte rico en un nivel emocional.
¿Recuerdas la parábola de
los talentos? El talento era una unidad de medida monetaria creada en
Babilonia. La parábola dice que si se utilizan los talentos que se tienen de
forma creativa, si se “invierte” en mejorar interior y exteriormente, nos sentimos
bien. Si somos avaros o simplemente enterramos lo que recibimos, como el tercer
personaje de la parábola, nos acabamos sintiendo frustrados, nos empobrecemos.
La
primera riqueza que debe evolucionar es la riqueza interna.
Viviendo con pasión, nuestra energía se moverá de forma fluida, empujando
barreras y abriendo puertas. Para ello, hay que darse cuenta de lo mucho que ya
tenemos. Conocerse a uno mismo y los recursos con que nacimos. Pero no todo
acaba ahí: esa riqueza interior tiene que plasmarse en bienestar anímico y
material.
Tus ingresos pueden crecer
únicamente hasta donde crezcas tú. Las raíces crean los frutos, si quieres
cambiar los frutos, debes cambiar primero las raíces, si quieres cambiar lo
visible deberás cambiar lo invisible.
El dinero y la riqueza, al
igual que la salud, son resultados. La enfermedad y el peso, también lo son,
por eso decimos que vivimos en un mundo de causa/efecto.
Cuando crees que no tienes suficiente tiempo, dinero, amor o
éxito, la conciencia detrás de tu creencia te bloquea de recibir abundancia
financiera. Tu nivel de creencia emite una vibración particular. En términos
energéticos, la teoría establece que tu conciencia respecto a la abundancia
tiene una cierta capacidad; recibirás exactamente lo que tu conciencia es capaz
de manejar. La buena noticia es que tu conciencia puede ser expandida para
creer que hay suficiente para repartir.
Si no logramos vivir de lo
que nos apasiona es porque nos gusta algo muy difícil de plasmar o no lo
enfocamos de buen modo. También puede ocurrir que prefiramos vivir de otra cosa
y dedicar nuestras pasiones a momentos de ocio. Cada uno tiene que valorar. La
alianza perfecta es ganarse el pan con algo que nos motive, aunque tengamos
otros centros de interés. Lo importante es sacar frutos de nuestros talentos.
EN TIEMPOS DE CAMBIO DE
PARADIGMA
En momentos difíciles se
necesita poner en marcha todos los recursos personales. Si se tiene que sacar
adelante un proyecto, debe ser algo que motive y apasione. Solo así se podrá
tener la suficiente energía para no darse por vencido y buscar nuevos caminos
hasta dar con el bueno.
Quienes han logrado realizar sus sueños han
tenido que esforzarse para superar momentos duros y grandes derrotas. La
resistencia a cambiar nuestra actividad por miedo a lo desconocido o al error, nos
lleva a soportar situaciones de incertidumbre, pérdida de trabajo… Todo esto
genera más miedo y desconfianza. Pero no nos podemos dejar abatir. Frente a las
dificultades, ¡los sueños!... con una buena dosis de reflexión.
Para resumir, el miedo al
dinero está frecuentemente basado en malentendidos históricos y todos crecemos
con esas creencias. La verdad es que el dinero en sí mismo es simplemente una
cosa inanimada, no sabe ni le importa quién hace qué con él, no tiene moral ni
ética y es un elemento necesario para vivir en el mundo civilizado.
El dinero, en manos de
quien quiera que lo tenga, da capacidad para hacer el bien, dependiendo de
dónde se lo gaste. No hay que juzgar al dinero, sino al carácter y las acciones
de la persona (o entidad) que lo usa.
Por estos y otros muchos argumentos, te propongo:
- Eliminar creencias negativas
inconscientes frente al dinero.
- Reprogramar tu mente para atraer el
dinero a tu vida.
- Empezar a tener una vida prospera y
abundante.
- Tener una mentalidad de éxito.
- Generar pensamientos y sentimientos
que formen una frecuencia de energía coherente con lo que realmente
quieres económicamente.
Que la emoción sea tu motor y la cabeza guíe la acción.
"El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños". Paulo Coelho.